El período fértil en una mujer ocurre una vez al mes durante la ovulación. Este fenómeno sucede cuando el óvulo se encuentra en la cúspide de fertilidad y puede durar vivo entre 12 y 24 horas, mientras que los espermatozoides viven 48 a 72 horas.

Durante este período presentarás cambios corporales producto de la maduración de los óvulos. Si identificas estos cambios, podrás saber cuáles son tus días fértiles, lo que te ayudará a planificar más efectivamente.
Cambios corporales más evidentes:
1. Temperatura corporal: La temperatura corporal basal diaria (tomada con termómetros especiales antes de levantarte y después de 4 o 5 horas de sueño) varían por los cambios hormonales. Hay un pequeño descenso antes de la ovulación y un aumento de 0,2 a 0,5 grados centígrados después de la ovulación y esto indica el cierre del período fértil.
2. Moco cervical: La presencia de un moco de tipo estrogénico, que aparece de manera progresiva en la vagina y la vulva 5 a 6 días antes de la ovulación, es transparente, filante y lubricante. Por otro lado, está el moco tipo progestacional que aparece después de la ovulación que es escaso, denso y opaco.
3. Cambios en el cérvix o cuello del útero: Por medio de un autoexamen digital se puede comprobar cambios en el cérvix. Durante el período fértil, el cervix es blando y abierto, y se encuentra en la parte interior de la vagina.
4. Aumento de electrolitos y resistencia eléctrica: La cantidad de electrolitos y la resistencia eléctrica en la saliva y en las secreciones vaginales, disminuyen de manera progresiva hasta el momento de la ovulación. Cuando la ovulación ocurre, los electrólitos y la resistencia eléctrica aumentan. Esto solo se puede medir con aparatos especializados.
5. Elevación de la hormona luteinizante (LH): El aumento progresivo de esta hormona determina que la ovulación ocurrirá entre 32 a 36 horas después. La LH se puede determinar en la orina utilizando unos dispositivos bastante económicos y fáciles de usar.
6. Sensibilidad mamaria y dolor ovulatorio: Otros cambios que son menos evidentes y, en ocasiones imperceptibles para algunas mujeres, son la tensión o sensibilidad mamaria y el “dolor” ovulatorio.
Artículo tomado de:
Comments